ANDRAGOGIA: CIENCIA O HIPOTESIS

Gilberto Romeo Alvarado Polanco

I Presupuestos
Considero conveniente, previamente a desarrollar el presente ensayo, fijar algunos elementos preexistentes en el marco de las dos vastas categorías de la ciencia y la praxis, para determinar la existencia y validez de la ciencia andragógica y la praxis andragógica.

I.i La ciencia
Terminológicamente la lengua española define la ciencia como el “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.” (1).
Esta definición se puede explicar, recurriendo a las siguientes ideas: a) Los conocimientos que integran la ciencia han ser verdaderos, es decir comprobados en la realidad ; b) Tales conocimientos recaen sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, componentes del universo, sea de cuanto existe; c) La fuente de ellos es la práctica y la capacidad de conocer del ser humano; d) La ciencia es dinámica porque se desenvuelve con nuevos hallazgos; e) La comprobación experimental de estos hallazgos, con auxilio del razonamiento conduce a las generalizaciones que se expresan en ideas, conceptos, hipótesis, teorías, leyes y principios; f) La aplicación de la ciencia permite transformar la realidad, ya sea de la naturaleza, de la sociedad y del propio pensamiento, todo ello en beneficio del ser humano; g) Como producto de la conciencia, el trabajo científico requiere de libertad, para investigar, para crear el método y para la exposición de sus resultados: g) No obstante que la práctica es el gran pilar de la ciencia, ésta se le adelanta en bastantes ocasiones.

I.i.i La praxis
Este vocablo o su semejante: práctica, se entiende en más de un sentido. Así se considera que es la aplicación o ejecución de una idea o doctrina; también como la comprobación fáctica de una ley o principio científico.
En una acepción más amplia, comprendemos la praxis como la sucesión de acciones orientadas a crear, producir u obtener bienes destinados a la satisfacción de las necesidades humanas, sean materiales o espirituales. En consecuencia, toda manifestación o actividad humana, física o intelectual, se inscribe dentro la noción de práctica, revelando que el hombre actúa no solo sobre la naturaleza, sino inclusive sobre si mismo y que ello ha significado el inicio y desarrollo de la civilización y la superación de la especie.
La práctica se manifiesta como un fenómeno de doble carácter: el ser humano actúa antes de pensar y las vivencias que de esto se derivan, le crean la facultad de pensar, es decir, concebir mentalmente. Los niveles superiores de este proceso de doble vía, respaldan la afirmación de que también se da la situación de que el hombre piensa y enseguida actúa.
Si aceptamos lo anterior, no tendremos dificultad en aceptar que la ciencia representa la unidad de la teoría y la praxis.
Por otra parte, la práctica ejecutada mediante ciertos lineamientos que nacen del ejercicio científico y utilizando los instrumentos adecuados, nos proveen LA TÉCNICA.
Finalmente, debemos recordar que tanto la ciencia como la praxis son productos histórico-sociales.

II NUEVA CIENCIA DE LA EDUCACIÓN
El primer contacto con la voz andragogía despertó nuestra curiosidad, porque desconocíamos su completo significado, aún cuando por sus raíces dedujimos que se trataba de algo relacionado con la educación del hombre.
Nuestra participación en el Diplomado de Andragogía y Habilidades Docentes de la Universidad Panamericana, nos confirmó esa aprehensión, pero ya precisada con la información de que se trata de la teoría y la práctica de la educación del adulto y que pertenece al amplio y fecundo campo de las ciencias de la educación.
Adentrándome en el contacto de este producto de la cultura, penetré en la discusión que han sostenido no pocos tratadistas, respecto si es o no es una ciencia y si está respaldada por una praxis específica.
Decidí entonces en mi calidad de estudiante, tomar partido sobre el particular y expresar mi criterio, lo que realizo por medio de este breve trabajo, apoyándome en los presupuestos que han quedado expuestos en la primera parte del mismo.
Aceptando la definición de que ciencia es el “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”, se aprecia que la Andragogía cuenta con un interesante conjunto de conocimientos acerca del proceso dentro del que se desenvuelve la educación del adulto.
Estos conocimientos abarcan lo biológico por cuanto que el adulto es un ser vivo determinado materialmente por las leyes de la biología, lo que debe tenerse presente para formular y desarrollar la estrategia educativa.
Lo psicológico es igualmente de primer orden, porque el aprendizaje requiere de una mente sana, para aceptar, comprender, procesar y aplicar lo que el educador (facilitador) transmite o lo que el propio estudiante (participante) hace suyo.
El adulto es el ser humano que desenvuelve su vida dentro de una sociedad que se organiza jurídicamente, desarrolla acciones y procesos económicos y políticos y está sometido a los efectos ergológicos que se desprenden de esa multifacética actividad.
La Andragogía estudia, organiza y se basa en los hechos de esas materias, para crear las ideas, conceptos, hipótesis y teorías que conforman sus fundamentos y dirigen el hecho educativo que recae sobre el adulto.
Todo ello lo hace sistemáticamente, es decir siguiendo un riguroso orden que crea una estructura y funciones propias para alcanzar metas, realizar objetivos, conquistar fines y responder a valores predeterminados.
Este quehacer es el resultado del estudio que la Andragogía lleva a cabo sobre el sujeto que debe continuar formándose, transmitiéndole o facilitándole información valiosa, lineamientos y directrices.
Mas ese estudio le revela los rasgos generales, especiales y particulares de tal sujeto, entre los que están, que el adulto es sujeto (no objeto) del hecho educativo mediante el aprendizaje voluntario, puesto que sus decisiones se enmarcan dentro sus fortalezas, debilidades, experiencias y necesidades.
Estas consideraciones nos llevan a la convicción que la educación del adulto no puede inscribirse dentro los linderos de la Pedagogía, ya que la enseñanza-aprendizaje del niño y el adolescente descansa sobre hechos, realidades y motivaciones muy específicas y francamente diferentes a las del adulto.
Evidentemente se trata de dos realidades diferentes, cada una con sus premisas propias. Por otra parte no concuerdo con quien afirma y con quienes aceptan que la Andragogía es una hipótesis, aunque los anime el propósito de dejar abierto el tema para nuevos y mayores estudios.
Estoy de acuerdo con quienes han planteado que la Andragogía es una nueva ciencia que se suma a las ciencias de la educación.
Una razón más es que por hipótesis se entiende una proposición lógica que expone una posible o imposible solución a un problema o atribuye tentativamente una cualidad a un objeto bajo investigación o estudio.
Obviamente, la andragogía no tiene esa naturaleza, porque la educación del adulto es un hecho indiscutible que se realiza innumerables veces en todo el globo terráqueo a lo largo de incontables años.
Las investigaciones y estudios que se han efectuado y se llevan a cabo en la actualidad, han visualizado categorías bien definidas que integran y sustentan el hecho educativo del adulto, formando todas ellas un sistema de conocimientos del que se derivan leyes y principios generales, plenamente comprobados por la práctica.
Finalizo mis argumentos, comparando los conceptos indicados al principio de este trabajo como rasgos característicos de la ciencia con los elementos que se hacen presentes en el contenido de la andragogía.
En primer lugar al ver la definición que la lengua española da en torno a lo que es ciencia y compararlo con el cúmulo de conocimientos andragógicos, su sistematización, los principios y leyes generales que se deducen de los mismos, así como que su obtención se ha logrado gracias a la observación de hechos concretos, organizados por la razón humana que poseen los investigadores, no surge duda alguna de que estamos ante una ciencia nueva, correspondiente a las ciencias de la educación.
A la misma conclusión se arriba al verificar que estos conocimientos han sido comprobados en la realidad, asumiendo por ello la calidad de verdaderos, tanto en el ámbito de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento. La fuente de estos conocimientos es la práctica y la capacidad cognoscitiva del ser humano.
La andragogía al igual que otras ciencias, tiene su materia propia de investigación, y es dinámica, porque sus estudios, investigaciones, análisis y conclusiones conducen a nuevos hallazgos que desembocan en generalizaciones propias de principios y leyes científicas.
La aplicación de los fundamentos y técnicas andragógicos en el proceso educativo del hombre que ya no es un niño ni un adolescente, transforman la entidad formativa del mismo y acrecientan las informaciones de su acervo, capacitándolo para que juegue un rol positivo en su medio.
En fin, esta nueva ciencia de la educación ha sido posible gracias al ámbito de libertad en que se ha desenvuelto el trabajo intelectual de sus creadores.

III LA PRAXIS ANDRAGOGICA
La actividad que se desarrolla en el proceso aprendizaje-enseñanza del adulto (hombre o mujer) recibe el nombre de praxis andragógica, desempeñando una doble función, porque sirve como medio de comprobación de los conocimientos descubiertos y formulados por la teoría, sino que a la vez genera hechos que adecuadamente estudiados y analizados determinan el surgimiento de nuevas categorías teóricas.
Los elementos subjetivos de esta práctica educativa son dos: el participante adulto o el grupo de participantes en busca de nuevos conocimientos y el facilitador de la materia respectiva.
Se desprenden de esto, dos principios fundamentales de la androgogía que son la horizontalidad y la participación. La primera identifica la acción de dos sujetos que están en un plano de igualdad, mientras se descubren o transmiten nuevos conocimientos. La segunda consiste en que el aprendizaje se realiza con el necesario y activo trabajo del estudiante o el grupo de estudiantes que reciben las orientaciones del facilitador.
En vista que la andragogía prioriza el aprendizaje más que la enseñanza, la participación es vital en el proceso educativo del adulto, constituyendo un rasgo fundamental de esta nueva ciencia.
Si bien en la andragogía el participante es su sujeto de estudio, así como la actuación del mismo durante el proceso educativo, cobran importancia de primer orden, también el facilitador o andragogo juega un papel de enorme trascendencia que lo describe así: “conductor democrático de su grupo social y facilitador del aprendizaje por medio de estrategias de participación y horizontalidad tales que permitan orientar al adulto aprendiz a gestionar personalmente su proceso educativo”. (2).

IV CONCLUSIONES
1 La andragogía es una nueva ciencia, que se inscribe en la especie de las ciencias de la educación y estas en la gran familia de las ciencias sociales.
2 La etapa de desarrollo por la que transita esta nueva ciencia, la aleja enormemente de la insipiencia que determinaría ser una hipótesis.
3 La ley fundamental de la andragogía la intento describir así:
El desarrollo integral del ser humano está determinado por la praxis del proceso educativo del adulto, caracterizado por la participación horizontal de estudiante y facilitador, mediante el cumplimiento de los principios teóricos de la andragogía.
4 Sujeta a las leyes del movimiento y del cambio, la andragogía dentro el
marco de su desarrollo, continuará produciendo nuevos conocimientos, conceptos, hipótesis, principios y leyes generales.

NOTA:
(1) Real Academia Española, Diccionario, 2001, Vigésima segunda edición, Madrid.
(2) Molina y Urbina (1978), Teoría y Praxis en Andragogía.